Hoy la escuela se halla ante el reto de dar respuesta a unas exigencias que reflejan con exactitud la sociedad en que vivimos. Un mundo globalizado, muy competitivo, altamente cambiante y de una complejidad creciente demanda profesionales dispuestos a formarse continuamente, capaces de innovar y de adaptarse a las innovaciones, y de ser flexibles para manejarse con soltura en un entorno muy distinto del de hace pocas décadas.
La escuela forma, efectivamente, a profesionales, pero sobre todo a ciudadanos que puedan participar, de manera consciente y activa, en el progreso de la comunidad a la que pertenecen.
Por todo ello, el fracaso escolar es considerado en la actualidad un problema de primer orden, muy especialmente en España, donde las tasas están por encima de la media europea y de los países de la OCDE. El fracaso y el abandono escolar, uno de los desafíos más serios de nuestro sistema educativo, ya que pone en riesgo la adaptación de muchos jóvenes a las exigencias de la vida adulta y puede lastrar el crecimiento y el bienestar futuro de nuestra sociedad. El abandono escolar prematuro afecta a casi un 30% de los hombres jóvenes en España, casi el doble que la media europea, que se sitúa en el 14,5%, según datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de un estudio de Eurostat.
La preocupación por acercar la formación de nuestros jóvenes a las necesidades del mundo laboral ha propiciado la reflexión conjunta de los distintos sectores de la sociedad. En esta línea podemos encontrar que las competencias han sido un tema recurrente en todas las investigaciones y trabajos.
En primer lugar, nos referimos al Informe de la UNESCO en la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors y elaborado en 1996. Delors aborda el concepto de competencia desde “Aprender a hacer” a fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, más generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo», vinculando claramente el concepto de competencia al mundo profesional. En los textos educativos internacionales se define la competencia como «capacidad de responder a demandas complejas movilizando recursos psicológicos y sociales en un entorno concreto» (OCDE, 2005), lo que amplía el campo de competencia a otros entornos vitales.
En 2006, el Parlamento Europeo la definió como «combinación de conocimientos, capacidades y actitudes adecuadas al contexto. Las competencias clave son aquellas que las personas necesitan para su realización y desarrollo personales, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo». Esta definición está dirigida al entorno educativo incluyendo los conocimientos en la ecuación, y explicitando que se refiere a la aplicación de los mismos conjugados con capacidades y actitudes en contextos reales y diversos. Por último haremos referencia a la definición que de ellas se hace en la LOE (2006): «Los aprendizajes que se consideran imprescindibles, desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes adquiridos».
Algunas de los puntos clave que conforman la columna vertebral de nuestro proyecto son:
•Las competencias básicas o clave son aquellas que todo individuo necesitará en algún momento de su vida para desenvolverse en la sociedad actual.
•Las competencias no son, en sí mismas, conocimientos, habilidades o actitudes por separado, sino una integración de los tres.
•Las competencias no se enseñan, se entrenan, ya que son las que permiten poner en juego los conocimientos. Esta afirmación es uno de los cimientos de nuestro proyecto y supone un cambio metodológico ineludible en el ámbito educativo.
•Las competencias hacen referencia a una ejecución eficaz, a un modo exitoso de conseguir unos resultados en una situación dada.
•En un contexto real, la resolución de cualquier situación necesita de la puesta en marcha de operaciones mentales complejas y a su vez, la puesta en práctica de las distintas competencias de modo interrelacionado.
Es por ello que en nuestro proyecto apostamos por poner en práctica un modelo de Inteligencia muy eficaz en el desarrollo y potenciación de las competencias de los escolares: “Las Inteligencias Múltiples de Gardner”.
Esta teoría deja atrás la concepción casi única de la inteligencia. Hasta hoy sólo eran evaluadas y potenciadas la inteligencia lógico-matemática y la lingüística (test de Binet). A diferencia de esta concepción, la teoría de las IM (inteligencias múltiples) entiende la competencia cognitiva como un conjunto de habilidades, talentos y capacidades mentales que llama «inteligencias». Todas las personas poseen estas habilidades, capacidades mentales y talentos en distintos niveles de desarrollo.
Gardner define la inteligencia como la “capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas“. Primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que se sabía intuitivamente: “que la brillantez académica no lo es todo”. A la hora de desenvolverse en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir ya bien a sus amigos, por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero sí distinto. Segundo, y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil. Definir la inteligencia como una capacidad la convierte en una destreza que se puede desarrollar. Gardner no niega el componente genético, pero sostiene que esas potencialidades se van a desarrollar de una u otra manera dependiendo del medio ambiente, las experiencias vividas, la educación recibida, etc. Ningún deportista de élite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente. Debido a eso, según el modelo propuesto por Howard Gardner todos los seres humanos están capacitados para el amplio desarrollo de su inteligencia, apoyados en sus capacidades y su motivación. Actualmente, el autor de la teoría, Howard Gardner, diferencia ocho tipos de inteligencia:
1. Inteligencia Lógico-Matemática
2. Inteligencia Lingüística
3. Inteligencia Espacial
4. Inteligencia Corporal-Kinestésica
5. Inteligencia Musical
6. Inteligencia Intrapersonal
7. Inteligencia Interpersonal
8. Inteligencia Naturalista
Según esta teoría, todos los seres humanos poseen las ocho inteligencias en mayor o menor medida. Al igual que con los estilos de aprendizaje no hay tipos puros, y si los hubiera les resultaría imposible funcionar. Gardner enfatiza el hecho de que todas las inteligencias son igualmente importantes y, según esto, el problema sería que el sistema escolar vigente no las trata por igual sino que prioriza las dos primeras de la lista, (la inteligencia lógico-matemática y la inteligencia lingüística). Sin embargo en la mayoría de los sistemas escolares actuales se promueve que los docentes realicen el proceso de enseñanza y aprendizaje a través de actividades que promuevan una diversidad de inteligencias, asumiendo que los alumnos poseen diferente nivel de desarrollo de ellas y por lo tanto es necesario que todos las pongan en práctica. Para Gardner es evidente que, es absurdo que se siga insistiendo en que todos los alumnos aprendan de la misma manera. La misma materia se podría presentar de formas muy diversas que permitan al alumno asimilarla partiendo de sus capacidades y aprovechando sus puntos fuertes. Además, tendría que plantearse si una educación centrada en sólo dos tipos de inteligencia es la más adecuada para preparar a los alumnos para vivir en un mundo cada vez más complejo.
Teniendo este modelo en cuenta, nuestra propuesta incluye aplicar el modelo de Inteligencias Múltiples en el mundo de la Orientación.
Consideramos básicos tres principios de la Orientación que exponemos a continuación:
- PRINCIPIO DE PREVENCIÓN. Supone actuaciones de tipo proactivo, se trata de actuar antes de que surja el problema. La prevención como concepto comunitario, pone su énfasis en el grupo o comunidad, pretende reducir los riesgos de la totalidad de los miembros de un sistema, mejorando las condiciones existentes o previniendo posibles problemas.
- PRINCIPIO DE DESARROLLO. Implica una orientación que atienda a todos los aspectos del desarrollo humano. Supone considerar al individuo en un continuo crecimiento y la orientación como un proceso continuo dirigido al desarrollo integral de la persona. Dentro de este proceso, en algunos «momentos críticos» la orientación ha de ser particularmente intensa.
- PRINCIPIO DE INTERVENCIÓN SOCIAL. Según este principio la orientación no sólo ha de tener en cuenta el contexto en que se realiza, sino también la posibilidad de intervenir sobre el propio contexto. La actividad orientadora estará dirigida a la modificación de aspectos concretos del contexto. Así mismo, la orientación, desde esta perspectiva, tratará de ayudar al alumno a concienciarse sobre los obstáculos que se le ofrecen en su contexto y le dificultan el logro de sus objetivos personales, para que pueda afrontar el cambio necesario de dichos obstáculos.
La orientación psicopedagógica se define como “un proceso de ayuda continua, a todas las personas, en todos sus aspectos, con una finalidad de prevención y de desarrollo, mediante programas de intervención educativa y social basados en principios científicos y filosóficos.
Bajo el concepto de orientación psicopedagógica se reúnen las distintas manifestaciones de la orientación. Podemos destacar:
- LA ORIENTACIÓN ACADÉMICA es un proceso de ayuda al estudiante para que sea capaz de resolver los problemas que la vida académica le plantea por lo tanto, el proceso de ayuda se refiere siempre a situaciones de ayuda en actividades escolares, y para que a lo largo de su recorrido por la escuela realice elecciones de acuerdo con sus intereses, capacidades, y con su situación personal. El tipo de ayuda que la orientación escolar ofrece presenta características distintas según la edad y nivel del escolar.
- LA ORIENTACIÓN PROFESIONAL es un proceso de ayuda al sujeto para que sea capaz de elegir y prepararse adecuadamente a una profesión o trabajo determinado, implica decisión, formación y la ubicación profesional. Trata de integrar las exigencias personales con las necesidades sociales.
- LA ORIENTACIÓN PERSONAL apunta hacia la vida interior del hombre, hacia su armonía interior, equilibrio personal, conocimiento de sí mismo, sin perder las perspectivas de su entorno.
La orientación académica y la orientación profesional se hallan estrechamente vinculadas, ya que los estudios académicos se proyectan siempre hacia una profesión o grupo de profesiones, así por ejemplo se puede elegir una carrera para la preparación de una profesión. Además, aunque no haya una clara intención profesional se va inclinando hacia una línea de estudio o trabajo.
En la Educación Secundaria la orientación se proyecta hacia la vertiente académica y profesional requiriendo un apoyo específico, en este sentido la orientación apoyará la exploración del alumno sin singularizarse en los campos de trabajo y estimulará el desarrollo de conductas integradas y abiertas que reduzcan la inadaptación (preventiva). La orientación escolar se ocupa de los momentos críticos, los desajustes, conflictos, situaciones especiales, y está presente siempre que implica acomodaciones del alumno al cambio.
La complejidad del proceso de orientación y su dimensión educativa se justifican, por un lado, en que la elección profesional comporta adscribirse a un tipo de vida concreto, y por otra parte, por la complejidad del mundo laboral, que continuamente lleva a nuevas profesiones, movilidad profesional, reconversión profesional, y esto hace que aumente la dificultad en los sucesivos momentos de elección, tanto en la formación o preparación como en la especialización.
La teoría de las Inteligencias Múltiples proporciona un vehículo adecuado para ayudar a los escolares a orientar y encaminar sus aspiraciones vocacionales. Los alumnos que siguen el programa de las Inteligencias Múltiples desde edades muy tempranas, dispondrán de una firme y objetiva base sobre la que decidir su carrera académica y profesional en el momento de elegir el itinerario formativo a seguir, independientemente de la edad. Se consigue identificar las habilidades más fuertes del niño en su primera infancia para después potenciarlas, y a su vez, trabajar aquellos puntos más deficientes hasta conseguir un nivel de desarrollo que permita un adecuado desenvolvimiento ante las exigencias de la sociedad cada vez más compleja.
Los talleres de orientación, son auténticas experiencias enfocadas a obtener criterios objetivos para la elección de la carrera académica y profesional.
Los talleres se desarrollan en los centros escolares. Antes de comenzar propiamente con los talleres, realizamos una sesión informativa a los padres en la que les facilitamos el programa y la dinámica que vamos a seguir con cada grupo. De la misma manera procedemos con los profesores, a los que les proporcionamos, de forma adicional, formación sobre las Inteligencias Múltiples para que las puedan poner en práctica dentro del aula.
Cada uno de los talleres del Programa de Orientación Académica y Profesional, está adaptado en función de la edad de los participantes, que comprende ambas etapas: Primaria y Secundaria. Los grupos se forman por grupos de edades, con un mínimo de 10 alumnos y un máximo de 20 alumnos por grupo. La periodicidad de los talleres se planifica teniendo en cuenta las necesidades de cada grupo.
El programa completo está constituido por 10 talleres de una duración de dos horas y media cada uno. En cada taller se trabaja cada una de las inteligencias, y los alumnos van elaborando su propio proyecto creativo. Al finalizar los talleres, cada tutor redacta un informe de cada alumno con las destrezas que han descubierto a lo largo de los talleres, las que han adquirido y las que han potenciado.
Los docentes que trabajamos con niños y jóvenes sabemos que no todos ellos procesan la información de la misma manera, no todos responden emocionalmente de la misma forma. Por esta razón hemos elegido la metodología de las Inteligencias Múltiples de Gardner, para llegar a todos los alumnos.
Consideramos importante parafrasear al creador de las Inteligencias Múltiples. “El diseño de mi escuela ideal del futuro se basa en dos hipótesis. La primera es que no todo el mundo tiene los mismos intereses y capacidades, no todos aprendemos de la misma manera. La segunda hipótesis puede doler: es que en nuestros días nadie puede llegar a aprender todo lo que se puede aprender. Por lo tanto se hace inevitable la elección. Y una de las cosas que deseo argumentar es que las elecciones que hacemos pasa por nosotros mismos y para la gente que está a nuestro cargo pueden ser elecciones bien fundamentadas”. Gardner, 1995.
Cada niño posee las ocho inteligencias y puede desarrollarlas hasta alcanzar un buen nivel de competencia. Los niños pequeños comienzan mostrando lo que Howard Gardner llama “proclividades” o inclinaciones en inteligencias específicas desde edades muy tempranas.
El modo más directo de presentar la teoría de las Inteligencias Múltiples a los escolares es explicársela. Los estudios de investigación en Psicología Cognitiva aplicada a la educación refuerzan la idea de que a los niños les benefician los enfoques instruccionales que les ayudan a reflexionar sobre sus propios procesos de aprendizaje (Marzano y otros, 1988).
Empezamos preguntándoles a los niños: “¿Cuántos os consideráis inteligentes?. Todos sois inteligentes, y no sólo de una manera. Cada uno de vosotros es inteligente de ocho maneras distintas”. Para describir las IM es fundamental utilizar un vocabulario sencillo adaptado a la edad de cada grupo de alumnos, para que lo entiendan. También, la explicación va acompañada de un dibujo con la que se representa cada IM.
Las preguntas que se formulan a los niños están orientadas para potenciar la inclusión, para que todos los niños tengan la oportunidad de verse a sí mismos inteligentes.
Otra forma de explicar las IM es proporcionando ejemplos de personas famosas o destacadas en una de estas inteligencias, que les sirvan de inspiración.
Las herramientas docentes en las Inteligencias Múltiples van más allá del modelo tradicional. Cada vez son más los centros educativos que hacen público su éxito en la aplicación de las Inteligencias Múltiples en su currículo. Los resultados incluyen mejoras en las calificaciones de los exámenes, en la disciplina, en la participación de los padres y para los estudiantes con “dificultades de aprendizaje” (Kornhaber, 1999).
El creador de la Teoría de las Inteligencias Múltiples explica: “La escuela que nos imaginamos se compromete a estimular el conocimiento profundo de los estudiantes en diversas disciplinas básicas. Fomenta el uso de este conocimiento para resolver problemas y para realizar las tareas a las que habrán de enfrentarse en el contexto de la comunidad”.
Según Gardner, el programa de las Inteligencias Múltiples proporciona un ambiente de aprendizaje directo, interdisciplinar, basado en contextos de la vida real y en un entorno informal que fomenta la investigación libre de materiales y situaciones novedosas.
La tarea de los tutores es la de supervisar los trabajos y proyectos que llevan a cabo los alumnos. El método utilizado en el taller de orientación consiste en el trabajo de un tema determinado y a partir de su estudio en profundidad los alumnos elaboran un proyecto que refleje la comprensión de las diversas dimensiones del tema. En la segunda parte del taller, los alumnos amplían sus conocimientos de los temas a través de un sistema de trabajo práctico que pretende fomentar el aprendizaje directo, la exploración el juego, y donde se produce la interacción con personas colaboradoras expertas en la materia.
Los tutores actuamos como puentes entre las capacidades del alumno, sus intereses y os recursos disponibles para que pueda aprender y desarrollar al máximo sus habilidades. El objetivo es maximizar el potencial de aprendizaje de los alumnos con los recursos humanos y materiales disponibles en el entorno real. Una de estas actividades consiste en experimentar las notas musicales junto con expertos en la materia para que guíen a los alumnos que están interesados en la elección de un instrumento. Nuestra función consiste en observar los intereses, habilidades y capacidades del estudiante para orientarles y hacerlas coincidir con las experiencias adecuadas en la vida real.