Descripció
El Proyecto Vincúlate nace de la necesidad de dar una respuesta socio – educativa a las causas que han motivado una expulsión del centro escolar como medida correctora y a los efectos que esta medida provoca a nivel individual, escolar, familiar y comunitario.
Objetius
Objetivo General:
- Habilitar un espacio de atención y actuación socio – educativa con el alumnado expulsado del instituto que contribuya a mejorar la vinculación de este alumnado con el contexto escolar, aumentado el rendimiento escolar y repercutiendo en una mejora de la convivencia a nivel de aula y a nivel de centro.
Objetivos específicos:
- Mejorar el ajuste entre el alumnado expulsado y el centro escolar.
- Reducir la reincidencia de las conductas sancionadas.
- Evitar la interrupción de la formación académica del alumnado sancionado.
- Incidir en las causas y también en los efectos que suponen una expulsión.
- Abordar la convivencia y el abandono escolar temprano desde una perspectiva que contemple la dimensión social y la comunitaria.
- Detectar e intervenir precozmente posibles situaciones de riesgo.
- Prevenir situaciones de absentismo y abandono escolar.
- Favorecer la vinculación sistema familiar – sistema escolar.
Objetivos operativos:
- A marcar en función de las características y necesidades individuales del alumnado a atender
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Destinataris
La población potencialmente destinataria es el alumnado de la Educación Secundaria Obligatoria que ha sido sancionado con la suspensión temporal de la asistencia al propio centro como medida correctora ante conductas gravemente atentadoras de la autoridad del profesorado (Artículo 6.2. del Decreto 13/2013 de la autoridad del profesorado en CLM) y ante conductas gravemente perjudiciales para la convivencia (Artículo 23 del Decreto 3/2008 de la Convivencia Escolar en CLM).
Durante este curso escolar 2015 – 16, se han derivado un total de 19 alumnos y alumnas durante los dos meses que ha durado el proyecto.
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Justificació de la iniciativa
En el sistema educativo, una de las principales problemáticas que se aprecia, es el absentismo y el abandono escolar. Es evidente, que este hecho no es nuevo, pero adquiere una mayor relevancia en nuestra sociedad al obtener su conocimiento considerable importancia, convirtiéndose en un elemento clave de acceso al sistema y de superación de la exclusión social (González, M. T. 2006).
Tomando esto como punto de partida, dicho fenómeno a pesar de poseer una importante vertiente educativa, también lo hace de otra social, pues se da en base a múltiples factores que tienen implicación además de las condiciones escolares propiamente dichas, por lo que es imprescindible tener en cuenta también las variables sociales, políticas y económicas, pudiendo por tanto considerarse como una problemática que necesariamente debería ser abarcada desde diferentes perspectivas y sistemas, o delegando de forma exclusiva en el escolar, u optando por tratarlo simplemente desde una configuración meramente académica.
Otro punto a tener en consideración, encontrándose estrechamente vinculado con la problemática expuesta, son las expulsiones. La Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, en el ejercicio de sus competencias en materia escolar y en lo establecido en el Decreto 3/2008 de enero, de la convivencia escolar en CLM, contempla la expulsión como medida correctora en casos ante conductas gravemente perjudiciales para la convivencia, contemplado en su Título III, y quedando reforzada dicha medida ante conductas que
menoscaban la autoridad del profesorado según art.6.1 del decreto 13/2013 de la autoridad del profesorado en CLM y ante conductas gravemente atentatorias de la autoridad del profesorado, según art. 6.2 del mismo decreto mencionado.
Aún sin existir un estudio empírico sobre la relación expulsión – absentismo/abandono escolar, se ha constatado a través del análisis de casos específicos, y la observación participante por parte de los técnicos educativos, una importante vinculación entre alumnos y alumnas con escasa motivación hacia los estudios o con niveles de absentismo medio, y las expulsiones. El cumplimiento de dicha medida correctora, se observa que facilita la justificación por parte de los alumnos y alumnas ante la falta de asistencia al centro escolar, convirtiéndose alguno de ellos en absentista de alta intensidad, o produciéndose un abandono prematuro de su formación académica. Añadiendo esta nueva situación, y manteniéndonos en el planteamiento inicial, consideramos el sistema educativo, el de bienestar social y el familiar, los directamente implicados en procurar dar respuesta a este conjunto de problemáticas.
El sistema de Servicios Sociales de atención Primaria, según versa en el art. 10 del Decreto 287/2004 por el que se estructuran las Zonas y las Áreas de Servicios Sociales y la estructura funcional del Sistema Público de Servicios Sociales, a través de la Prestación
de Atención a la Unidad Familiar y/o de Convivencia, tiene como finalidad prestar una serie de atenciones o cuidados profesionales de carácter personal, doméstico, psicosocial y educativo, a familias y personas con dificultades para procurarse su bienestar físico,
social o psicológico, siendo uno de los perfiles poblacionales objeto de intervención aquellas unidades familiares con menores que presenten situaciones de absentismo, así como unidades familiares con menores en posible conflicto social.
Actualmente, el sistema familiar adopta una tipología estructural muy diversa, existiendo un amplio número de familias monoparentales, u otras en las que los progenitores, lejos de mantener las funciones propias de la familia tradicional, desarrollan su labor profesional fuera del ámbito familiar. Estas situaciones dificultan la supervisión continuada de los jóvenes a cargo, impidiendo que un elevado número de padres y madres puedan prestar atención a sus hijos e hijas ante medidas correctoras como la expulsión, o ante la falta de asistencia al centro escolar, si no se cuenta con soportes específicos familiares. Este hecho revierte de forma habitual en situaciones que conllevan la solicitud a nivel familiar, o institucional de apoyo en los Servicios Sociales de Atención Primaria, ante situaciones de inestabilidad temporal en el núcleo de convivencia, y en las que la figura del educador social cobra especialmente relevancia.
El municipio de Yuncos en Toledo, es una población con un total de 10.566 habitantes de los que aproximadamente un 28% son jóvenes, de los que un amplio número se encuentra en la franja de edad comprendida entre 12-18 años. En diciembre del curso
académico 2013-2014, se efectuó por parte de una alumna del Grado de Educación Social de la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina en Toledo, un estudio de campo acerca de la relación existente entre jóvenes que se encuentran en el entorno
público dentro de horario lectivo, y las expulsiones llevadas a cabo desde el instituto, observándose relación directa en un amplio margen. Por otro lado, tras entrevistas personales con técnicos del sistema educativo, se procede a valorar que aproximadamente un 90% de las expulsiones realizadas, se convierten en una medida
poco o nada efectiva para los alumnos o alumnas sancionados. Se constata de igual modo que un alto porcentaje de los menores expulsados presentan una baja o nula motivación por los estudios, lo que repercute en que dichas expulsiones sean consideradas más bien como un elemento de refuerzo positivo para ellos, que como una medida correctora y/o vinculante en referencia al centro escolar.
Valorada la situación general desde el instituto, donde se han iniciado un total de 51 expedientes de absentismo, y donde la expulsión está contemplada como medida correctora, y considerando de igual modo el análisis de Servicios Sociales de Atención Primaria en el que casi un 50% de los casos en intervención socioeducativa se encuentran vinculados con demandas interrelaciónales filio parentales, y que tienen entre
sus indicadores el absentismo y/o conducta disruptiva del menor, se procede al planteamiento inicial de un trabajo inter sistemas a fin de dar respuesta a estas situaciones. Es en este momento cuando surge el Proyecto Vincúlate, con la finalidad de generar un espacio de atención socioeducativa al alumnado expulsado y prevenir futuras situaciones de absentismo, abandono escolar prematuro, o de jóvenes en conflicto y/o exclusión social.
Implementado el proyecto a lo largo del 2014, este obtiene una valoración positiva desde los diferentes sistemas implicados en su desarrollo, teniendo mayor aceptación e impacto del esperado, principalmente destacado en el contexto comunitario, donde es no
solamente aceptado, sino demandada su continuidad. En el curso académico 2014-2015, se produce una discontinuidad del proyecto al no contar con los recursos humanos, ni una partida presupuestaria adaptada para su correcto desarrollo, por lo que tiene que ser emplazada su continuidad al curso 2015-20016, donde una vez más, se cuenta con el apoyo de dos alumnas Graduadas en
Educación Social en prácticas de la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina en Toledo para su implementación.
De nuevo, como se especificará en el apartado correspondiente a la evaluación, la aceptación y resultados del proyecto, nos hacen plantearlo como un servicio y/o recurso socioeducativo básico y eficaz ante las problemáticas planteadas en el inicio de la presente fundamentación.
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Metodologia
Para la consecución de los distintos objetivos marcados con anterioridad, se plantea una metodología basada en la intervención socioeducativa. La actividad y participación activa de todos los destinatarios y destinatarias, se considera requisitito necesario para hacer que los alumnos y alumnas sean los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.
En cuanto al rol de las diferentes Educadoras Sociales que participan en dicho proyecto, resaltar la función de guía.
Los principios metodológicos que caracterizan el proceso de enseñanza- aprendizaje, están basado en la autonomía, autocontrol, así como en el principio de motivación y reflexión tanto individual como conjunta/ colectiva. Estos principios, permanecen constantes en el completo desarrollo del presente proyecto. Para implementar este tipo de metodología, se realizan distintas actividades, algunas de ellas desarrolladas de forma grupal y/o individualizada.
La coordinación, es considerada, aspecto de relevante importancia para la consecución efectiva y de calidad de todos los objetivos que se pretenden conseguir a través del presente proyecto. En concreto, aquella que se presenta en el desarrollo del proyecto, tiene carácter multidisciplinar, por tanto, es necesario hacer mención: al equipo del
Instituto de Educación Secundaria, en la figura de la Educadora Social, la Orientadora, el director y jefe de estudios de dicha entidad. Del mismo modo, la Educadora Social de Servicios Sociales, se configura como elemento clave en el desarrollo de dichas propuestas. Los diferentes profesionales junto con las alumnas de Educación Social en prácticas, de la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina Toledo (UCLM), se coordinan de manera continuada.
Concretamente, los destinatarios del presente proyecto, no son todos los alumnos y alumnas expulsadas, sino aquellos alumnos y alumnas que la expulsión no resulte ser una medida correctora y sean considerados, de manera conjunta por los diversos profesionales mencionados con anterioridad, junto con las Educadoras Sociales en prácticas, como destinatarios que reúnen el perfil para participar en dicho proyecto. Para ello, la coordinación y el contacto directo y diario entre los diferentes profesionales, resulta ser una característica indispensable en la metodología a emplear.
Para una mayor coordinación y calidad en el desarrollo del proyecto, tienen lugar junto con la coordinación diaria, reuniones entre los diferentes técnicos responsables del mismo. Estas son realizadas cada quince días, con el objetivo de llevar un mayor control sobre lo que se está trabajando y analizar posibles cambios necesarios. No obstante, si la situación lo requiere, las entrevistas, así como la coordinación en general, pueden presentar posibles cambios.
Del mismo modo el informe, es una herramienta que se utiliza en las diferentes intervenciones socioeducativas, existiendo, por tanto, uno de derivación de cada participante del proyecto, que es elaborado por el equipo directivo en colaboración con la Educadora Social y la Orientadora del IES, y en el que se detallan los diferentes aspectos
y datos a tener en cuenta en la intervención a implementar con cada uno de los alumnos y alumnas que participen en el proyecto. Y otro de intervención-respuesta que se envía al centro educativo, por los técnicos que desarrollan el Proyecto Vincúlate, con el objetivo de realizar un seguimiento del menor o la menor, con la mayor calidad posible, una vez finalizado el periodo de estancia en el proyecto, periodo que viene marcado desde el propio centro escolar.
Resaltaremos un aspecto de relevancia en el proyecto, la voluntariedad de la participación, pues no es suficiente la derivación del alumno o la alumna al servicio ofrecido por parte del IES y de Servicios Sociales de Atención Primaria, sino que la conformidad de los padres o tutores es requisito indispensable para la subscripción de los menores en el mismo. Para ello, es necesaria, la firma de la autorización de participación en el proyecto, así como la firma de un contrato de compromiso de asistencia por parte de éstos. La autorización de participación del menor o la menor en el proyecto, se firma en el propio centro escolar, del mismo modo el contrato de compromiso de asistencia, ha de ser firmado por los padres o tutores en el centro de Servicios Sociales de Atención Primaria. El mismo día que tenga lugar la firma del contrato, se ofrece una información pormenorizada de todo aquello que pueda interesarles en relación al proyecto y las actividades a desarrollar.
El inicio del trabajo con los menores, se efectúa a través de contratos, por medio de los cuales, los menores se comprometen a cumplir una serie de aspectos, normas, comportamientos. El cumplimiento de este contrato, se evalúa de forma diaria y en conjunto con el menor, lo que permite realizar un seguimiento de su conducta con mayor exhaustividad.
Del mismo modo, cada uno de los alumnos y alumnas que participen en el proyecto han de realizar un test inicial cuando se incorporan como participantes del proyecto, así como un test final una vez finalice su estancia en las instalaciones del centro.
Una vez cumplido el periodo de estancia del menor o la menor en el proyecto, tiene lugar un seguimiento por parte de los técnicos implicados en su implementación y desarrollo.
Dicho seguimiento se realiza a través del establecimiento de reuniones técnicas inter sistemas. Del mismo modo, se establecen entrevistas de seguimiento con los propios menores, así como con sus familias a fin de conocer el impacto a corto/medio plazo de la
intervención socioeducativa desarrollada.
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Recursos utilizats
Humanos: Centro escolar: Equipo Directivo, Orientadora y Educadora Social, Servicios Sociales de Atención Primaria: Educadora Social, Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina. Universidad de Castilla La Mancha: tres Graduadas en Educación Social en Prácticas.
Materiales: Instalaciones: Aula de idiomas Centro San Blas, Material de Oficina: carpetas, folios, dosieres, bolígrafos, rotuladores, etc…, Material no fungible: ordenador, pizarra, retroproyector.
Presupuesto: Proyecto que no ha contado con ninguna partida presupuestaria específica para su implementación, pues ha sido coordinado por las responsables de Educación Social del instituto y de Servicios Sociales de Atención Primaria del Ayuntamiento, asumiéndolo como función propia adaptada a cada una de las programaciones anuales efectuadas por dichas profesionales. Para su correcto desarrollo, se ha precisado colaboración de la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera de la Reina, quien ha enviado tres alumnas en prácticas, a través del convenio que mantiene con el Ayuntamiento de la localidad.
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Temporalizació
El Proyecto Vincúlate se implementa por primera vez en el año 2014, con una duración de tres meses (febrero, marzo y abril). A lo largo del curso académico 2014/2015, por falta de recursos humanos y económicos, el proyecto no puede ejecutarse, volviendo a ponerse en marcha en pasado mes de Marzo hasta Mayo de 2016.
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Evaluació dels resultats i impacte
Evaluación del Proyecto Curso 2013 – 2014
El primer año que se desarrolla el proyecto, y para obtener unos resultados más fiables, la evaluación se lleva a cabo a través de la realización de diferentes entrevistas tanto a las familias como con al propio menor y también a través de la recogida diaria de datos, el seguimiento y la coordinación continua. Estos mecanismos nos ayudaron a extraer la información necesaria para una evaluación efectiva y de calidad educativa.
En cuanto a los objetivos específicos cabe destacar que, el número de expulsiones, con respeto a meses pasados, se ha visto disminuido. Esta información, se ha podido extraer gracias a las diferentes reuniones que han tenido lugar entre la educadora y orientadora del centro escolar, la educadora de servicios sociales y la alumna de la UCLM.
Es por ello que se puede afirmar, que el número de expulsiones se han reducido gracias a la realización del proyecto consiguiendo un cambio en la forma de hacer las cosas dentro del propio centro escolar, objetivo que no ha sido marcado como propio del proyecto, pero que sí se ha visto favorecido. Es decir, el centro escolar se ha planteado el tema de las expulsiones y ha resuelto las mismas situaciones de diferente manera a la que hasta el momento se llevaba a cabo, apostando por otra alternativa alejada de las expulsiones o al menos intentando evitarla en un nivel mayor al que se hacía con anterioridad.
La relación entre profesor - alumno sancionado sigue siendo bastante negativa, pero sí se ha visto una mejora en ésta, puesto que el menor es capaz de ver la situación de una manera más genérica, contemplando y teniendo en cuenta la responsabilidad personal que también implica dicha relación, es decir, ya no responsabiliza únicamente al profesor de los conflictos que puedan darse, sino que también tiene en cuenta su propia responsabilidad en el conflicto. Del mismo modo y por parte del profesorado, se ha
visualizado a través de diferentes visitas que han tenido lugar al centro escolar, una implicación mayor por resolver los conflictos de otra manera evitando la expulsión.
La relación entre el alumnado (iguales), se han visto favorecida en la mayor parte de los casos. Cabe destacar una vez más, la puesta en práctica de otros recursos por parte del centro escolar en cuanto a la resolución de conflictos entre iguales, pues se ha optado por poner en marcha otras alternativas más alejadas de las expulsiones, aunque esta alternativa sigue estando presente en niveles bastante altos.
En cuanto a la participación del alumnado en la resolución de conflicto una vez expulsado y ya como participantes del proyecto, ha sido en su mayoría de máxima implicación, se le ha permitido a cada menor, poder dar solución al conflicto de otra manera diferente a las expulsiones, favoreciendo así la reflexión acerca de los motivos que han conllevado a ellas y a percibir que éstas no son el mejor camino. El grado de implicación de los menores en la resolución de conflictos, por esta parte ha superado el 80%, es decir, la mayoría de menores se han implicado en la solución de los conflictos, esto ha podido visualizarse, a través de las diferentes actividades que han tenido lugar en el periodo de estancia en el proyecto.
De forma paralela, se ha visto favorecida la capacidad de reflexión de los menores, es decir, los menores ponen en juego esta capacidad a la hora de resolver los diferentes conflictos con mayor grado que en un principio, por lo que el refuerzo y la estimulación
en cuanto a la capacidad de reflexión se refiere, ha sido un objetivo cumplido de forma general en cada uno de los menores. En cuanto a la realización de tareas, es preciso señalar una vez más al aumento en cuanto a la motivación académica de los menores, como se ha señalado anteriormente, el grado de motivación se ha visto aumentado en la mayor parte de los casos, por lo que
la realización de tareas escolares ha sido una actividad en la que todos los menores han participado, es decir, se puede afirmar que en un 98% de los casos, las tareas escolares han sido realizadas, por lo que a su vez se puede afirmar que éste es un objetivo cumplido. Más de un 80% de los sujetos conciben los estudios obligatorios como algo necesario e importante para su futuro.
Referente al grado de aceptación de las normas en general y concretamente las relacionadas con la autoridad, se ha visto aumentado ligeramente, por lo general todos han respetado y cumplido las normas, ahora bien, este grado de aceptación y cumplimiento de las normas ha sido más elevado en la estancia en el proyecto que en la incorporación al centro escolar, es decir, se puede afirmar que los menores han cumplido las normas en mayor grado una vez se encontraban como participantes del proyecto,
pero que éste grado se ha visto disminuido una vez se han incorporado al centro escolar.
El grado de respeto y empatía de los diferentes roles, está vinculado directamente a los resultados obtenidos en relación al grado de cumplimiento de las normas así como al grado de reflexión. Las diferentes actividades, relacionadas con la reflexión sobre el motivo de la expulsión y los agentes implicados, han permitido poder valorar el grado de comprensión de los diferentes roles. Se puede afirmar que, los menores han culpabilizado más al equipo directivo y a los profesores sobre su expulsión, al inicio del periodo de expulsión que al final, no obstante, se aprecia una existente falta de comprensión y aceptación por parte de algunos roles, concretamente los vinculados con el profesorado, jefatura de estudios y a la figura del educador social, en concreto, esta última merece ser detallada. Se ha podido apreciar una comprensión un tanto errónea por parte de los menores hacia el rol del educador social, concretamente, los menores han vinculado el rol del educador social, en este caso de la educadora social, con cierta amistad, o “colegueo” incluso en ocasiones han concebido a este profesional como un miembro más de la familia o lo han vinculado con una persona que debe estar a su disposición las veinticuatro horas del día, lo que ha merecido una explicación y necesidad de erradicar por parte de la propia educadora hacia los menores.
La evaluación del grado de aceptación y respeto en relación con los iguales, se ha visto ligeramente aumentado, es decir, la presencia de la falta de aceptación y respeto hacia los iguales está presente en la mayor parte de los menores, por lo que este objetivo no ha sido cumplido en los niveles que se pretendía, aunque, se puede afirmar que los menores se han autocontrolado más en los últimos días en su estancia en el proyecto con respecto al inicio, por lo tanto, se puede resaltar que el porcentaje de los menores en el
grado de autocontrol se ha visto aumentado en un 80% por lo que el objetivo se cumplido según la planificación inicial.
Detallando de una manera general la evaluación de los resultados, se puede afirmar que a nivel general “si” se han conseguido gran parte de los objetivos que se han planteado, que el clima de trabajo ha sido bastante cómodo y adecuado entre todos los agentes implicados y que por parte de ambas instituciones se contempla un nivel de viabilidad en cuanto a la continuación del proyecto.
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