El objetivo general es conseguir que las escuelas de la institución pasen de hacer orientación en la escuela a convertirse en escuela orientadora.
Se entiende que los destinatarios del proyecto La Escuela Orientadora son directamente todos los miembros de la comunidad educativa de las escuelas de la institución: 11.245 alumnos con sus familias y 790 profesores/as, así como también los diferentes organismos que tiene la escuela, equipo directivo, equipos de coordinación, equipos de tutores, departamentos, etc.
Las nuevas situaciones en que se encuentra la escuela hacen completamente inoperativo reducir la orientación y la intervención psicopedagógica a unos profesionales que van actuando e interviniendo a medida que se producen las situaciones. Además, la acción aislada de un orientador puede quedar diluida dentro de la organización de la escuela, perdiendo mucha eficacia.
Por eso, la institución titular de las escuelas ha dado una respuesta institucional a los retos que la escuela tiene que afrontar ahora, optando por hacer un planteamiento claro y definido de sus escuelas como escuelas orientadoras. Un planteamiento que no se puede dejar a la iniciativa de un profesor, un tutor, un psicólogo o ni siquiera de un director. Sólo un diseño institucional daría garantía de continuidad y consistencia a la intervención educativa.
El proyecto no se diseñó a nivel central para pasarlo después a cada una de las escuelas para su aplicación, sino que se fue trabajando en las diferentes reuniones de los orientadores, de manera que surgió un diseño consensuado y asumido tanto por la institución como por cada uno de los responsables de la orientación de cada escuela.
Cuando las escuelas entraron en la gestión de calidad siguiendo la norma UNE-ISO 9001, se dedicó el curso 2006-2007 a definir el proceso de asesoramiento psicopedagógico, redactándose el procedimiento marco para todas las escuelas El Servicio de asesoramiento Psicopedagógico (anexo 2), que es el documento que define la forma de intervención de los SAPP dentro de la escuela orientadora.
Se ha contado primeramente con los recursos humanos propios, los inicialmente orientadores que existían en las escuelas. La institución puso los recursos materiales y económicos para permitir sus sucesivas reuniones formativas.
Se nombró a un responsable del Servicio de Asesoramiento Psicopedagógico (SAPP) de las escuelas, para animar todo el proyecto y seguir coordinando todos los SAPP.
Se solicitó también el asesoramiento y la supervisión realizada desde el curso 2001-02 hasta el curso 2005-06 por el equipo interuniversitario formado por la doctora Montserrat Castelló Badia de la Facultad de Psicología y Pedagogía Blanquerna, de la Universidad Ramon Llull y por el doctor Carles Monereo Font, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Con ellos, se ha colaborado en publicaciones 2 sobre dimensiones de este proyecto, contribuyendo así al enriquecimiento de la comunidad científica.
Como se trata de un proyecto global que pretende que la acción orientadora esté presente como eje transversal en toda la escuela, la evaluación del proyecto entra dentro de la actividad de revisión y mejora que el mismo sistema de gestión de calidad exige. De esta manera, la mejora continua de la escuela también revisa y se propone que esta escuela sea orientadora para todos sus componentes.